"Beneficios de la Estimulación Temprana Para Tu Bebe"
La Estimulación
Temprana tiene sus primeros intentos en
las primeras décadas del siglo XlX, cuando Juan Enrique Pestalozzi, Suizo,
en su libro “De cómo Gertrudis educa a sus hijos” (1801) y Federico Froebel,
en cartas dirigidas a las mujeres de Keilhau, orientaba a las madres para que
organizaran la educación de sus hijos/as de una manera más consciente.
En el año 1843 el
educador Franconés Johann Baptist Grase, recomendaba a las madres de
niños/as sordos, la educación temprana del habla, concediendo una importancia
extraordinaria la colaboración de las madres en la estimulación temprana de sus
hijos. Esta colaboración ha trascendido hasta la actualidad, considerándose
entre los indicadores para lograr la efectividad de la misma.
Alrededor de
1960, se empieza a implementar la Estimulación Temprana en los Estados
Unidos y en Europa, como un tratamiento terapéutico y educativo. Por otra parte, cuando el niño o la niña nace
su cerebro, salvo una serie de reflejos que le permiten su supervivencia, tales
como la respiración, la circulación, la succión, entre otros; y otros
elementales que hacen que precariamente pueda alejarse de un irritador nocivo,
como es alejar el brazo ante el pinchazo de un alfiler, o por el contrario,
orientarse ante un estímulo fuerte y no dañino que entre en su campo visual,
como sucede cuando se le presenta una fuente de luz que se mueva cerca de sus
ojos, salvo estos reflejos incondicionados, este cerebro está totalmente limpio
de conductas genéticas y constitucionalmente heredadas, y lo que posee es una
infinita posibilidad y capacidad de asimilar toda la experiencia social
acumulada por la humanidad durante cientos de generaciones, y que le es
trasmitida básicamente, sobre todo en los primeros momentos de la vida, por el
adulto que lo cuida y atiende. A esta capacidad de poder reflejar en sí mismo y
asimilar la estimulación del mundo que le rodea es lo que se denomina la
plasticidad del cerebro humano.
Se han dado
muchas definiciones de a qué se le llama, o se conoce, por plasticidad del
cerebro. Así, por citar algunas:
Gollen la categoriza como la capacidad, el
potencial para los cambios, que permite modificar la conducta o función y
adaptarse a las demandas de un contexto con lo que se refiere principalmente
al cambio conductual.
Kaplan la plantea como la habilidad para
modificar sistemas orgánicos y patrones de conducta, para responder a las
demandas internas y externas, que en cierta medida amplía el concepto conductual.
C. Cotman la define como una capacidad general del cerebro para adaptarse a las
diferentes exigencias, estímulos y entornos, o sea, la capacidad para crear
nuevas conexiones entre las células cerebrales, y que permite que, aunque el
número de neuronas pueda mantenerse invariable, las conexiones o sinapsis entre
estas pueden variar, e incluso incrementarse, como respuesta a determinadas
exigencias.
En la psicología histórico – cultural se refiere a esta posibilidad
de apropiarse de la experiencia social, concepto de apropiación que implica no
la simple asimilación, sino la reproducción en sí mismo en el individuo, de la
experiencia cultural de la humanidad, que por darse como reflejo de la realidad
incluye lo planteado en las definiciones anteriores, pues, no obstante la
aparente divergencia, todas se refieren a una particularidad del cerebro que
posibilita la asimilación de los estímulos, su cambio y transformación, como
consecuencia de la acción del medio exógeno y endógeno sobre las estructuras corticales,
y que se conoce como la maleabilidad o plasticidad de este órgano principal del
sistema nervioso central, función que no fuera posible de ejercerse si la
corteza cerebral estuviera impresa de conductas genéticamente determinadas.
Por lo que es necesario tener
en cuenta que motivar el desarrollo de tu
bebé y estimular su mente está más al alcance de lo que puedas creer,
seguramente ya la conoces pero si no, debes saber que la estimulación temprana
ofrece enormes beneficios a tu pequeño, tales como favorece el
desarrollo de las capacidades emocionales, sociales y motoras en los niños.
En conclusión es el conjunto de actividades propuestas a un bebé de manera oportuna y regulada desde el primer mes de nacido hasta los tres años de edad para lograr el máximo desarrollo de sus capacidades físicas, emocionales y sociales. Se enfoca en el desarrollo de las siguientes áreas:
Motriz: Control y
coordinación necesaria sobre los músculos.
Cognitiva: Razonamiento, comprensión y capacidad de reacción.
Emocional: Seguridad, independencia, sociabilidad.
Lenguaje: Comunicación con palabras o sonidos.
Cognitiva: Razonamiento, comprensión y capacidad de reacción.
Emocional: Seguridad, independencia, sociabilidad.
Lenguaje: Comunicación con palabras o sonidos.
Así, la
estimulación temprana forma la base para el desarrollo futuro del bebé. De modo
que puede ser muy beneficioso integrar a tu bebé en un programa de estimulación
temprana especializada en psicomotricidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
De Elorza, F. (2002). Estimulación temprana madre e hijo.
Colombia: Internacional Zamora Ltda.
Cedrón, S. (2009). Estimulación temprana: Una clínica interdisciplinaria de los trastornos del desarrollo infantil. (Spanish). Perspectivas En Psicología: Revista De Psicología Y Ciencias Afines, 6(1),
Moreno, M., Beltran, C., Amezcua Sandoval, M., Salazar Estrada, J. e., & Torres López, T. M. (2004). Estimulación temprana en niños menores de 4 años de familias marginadas. (Spanish). Revista Mexicana De Pediatria, 71(6), 273-277.
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